DON JAIME DE ARAGÓN CONTRA JUAN II. Por Víctor Manuel Galán Tendero.

03.10.2021 12:28

               

                Juan II de Aragón fue depuesto en Barcelona como príncipe el 10 de junio de 1462, dando comienzo una enconada guerra que también afectó al reino de Valencia. La embajada enviada por la ciudad de Valencia a la de Barcelona no serenó los ánimos ni de lejos, y el 20 de septiembre Enrique IV de Castilla fue proclamado conde de Barcelona. Si Juan II contó con la ayuda de 18.000 franceses, que irrumpieron en Cataluña, sus contrarios se vieron respaldados por los castellanos, que llegaron a tomar Caspe en Aragón, aprovechando el alzamiento de don Juan Fernández de Híjar.

                En el reino de Valencia, un nieto del duque de Gandía Alfonso de Aragón protagonizó la resistencia contra Juan II: don Jaime, barón de Arenós. El 11 de diciembre de 1462, él y su hijo don Alfonso anunciaron en Valencia por medio de albaranes que traspasaban su fidelidad a Enrique IV. Las diferencias con Juan II habían sido irreconciliables.

                Por Albarracín irrumpieron 600 jinetes y 300 peones castellanos a comienzos de 1463. Desde Castellón se dio la voz de alarma y se advirtió a Segorbe del peligro. Por aquellas tierras del reino de Valencia corrió la preocupación de fortalecer sus murallas, hacer acopios de armas y alimentos, y de animar el virtuosismo en el tiro de ballesta. 

                El 10 de enero, los castellonenses propusieron hermanarse contra el peligro común a sus vecinos, así como extremar la vigilancia del castillo de Almazora. Aunque los franceses ya habían tomado Perpiñán, los catalanes no desistían de hacer incursiones en el Maestrazgo. En San Mateo, las fuerzas de la orden de Montesa se las verían con los castellanos.

                 En estas circunstancias, don Jaime tomó el 18 de enero el castillo de Eslida, cayendo prisionero el presbítero Tolrà.

                Con graves dificultades políticas y militares, Juan II solicitó a los franceses que también atacaran a los castellanos, entonces en buenas relaciones con su rey. Los agentes franceses se aplicaron a concertar una tregua entre los reyes de Aragón y de Castilla, que iba a durar un mes desde el 7 de febrero. Pronto fue quebrantada.

                Don Jaime llegó a tomar el castillo de Almazora, y contra él se dirigió el virrey de Valencia don Pedro con 60 caballeros y una destacada fuerza de infantería el 24 de febrero.  

                La operación resultó dura, pero el 27 del mismo mes los de Juan II lograron recuperar el castillo. Sus defensas fueron derribadas y algunos de sus defensores descuartizados en Villarreal y Masamagrell.

                Llegado el 3 de abril, se decidieron prorrogar las frágiles treguas durante el mes entrante. Aunque el 21 de junio el rey de Castilla renunció al principado de Cataluña, los insurgentes no desistieron y elevaron a don Pedro de Portugal como conde de Barcelona. Don Jaime también continuó en la brecha.

                Desde la baronía de Arenós, atacó el 14 de julio de 1464 en dirección a Villarreal, la Alcora y Lucena en nombre de don Pedro. Se dio sentencia de sangre y fuego contra él y sus valedores en Valencia, cuya hueste municipal salió en campaña el 21 de aquel mes.

                La campaña fue exitosa para los de Juan II. El 19 de agosto se entregó don Jaime. Su hijo don Alfonso huyó junto a cuatro caballeros. Los valencianos dejaron partir a los castellanos que lo habían secundado.

                Don Jaime fue recluido el 17 de septiembre en el castillo de Játiva, donde moriría el 1 de febrero de 1465. Su mujer, hijos e hijas serían conducidos a Torrente, desde donde escaparían a Castilla. Más tarde, don Alfonso y Juan II se reconciliarían, pero la rebelión de su padre había demostrado que la autoridad real distaba de estar completamente segura en tierras valencianas.  

                 Fuentes.

                Dietari del capellà d´Alfons el Magnànim. Edición de Vicent Josep Escartí, Valencia, 2001.

                Agustín Rubio, Epistolari de la València Medieval (II), Valencia-Barcelona, 1998.

                José Sánchez Adell y Elena Sánchez Almela, Defensa y seguridad de una villa medieval: Castellón de la Plana, Castellón de la Plana, 2003.