JÁTIVA ELIGE A SUS JURADOS (1379).

22.05.2015 17:07

                La elección de responsables municipales siempre ha sido un tema muy serio en una tierra como la valenciana de gran tradición urbana. En no escasas ocasiones han enconado los ánimos entre las parcialidades locales, deseosas de imponer su criterio a la comunidad. Las ordenanzas municipales intentaron evitar guerras interminables entre vecinos regulando la elección de los distintos cargos locales.

                Un sábado 28 de mayo de 1379 tuvo lugar en la ciudad de Játiva, no siempre de vida apacible, la elección de sus responsables anuales, los jurados.

                Con su añafil el corredor convocó a consejo para escogerlos por los lugares acostumbrados. Los jurados deberían de honrar durante su año de ejercicio a Dios y al rey, además de actuar en reverencia de la ciudad.

                Reunido el consejo, que se distribuía entre las tres manos o categorías sociales de mayor a menor, los prohombres eligieron cuatro electores por sus respectivas parroquias.

                Escogidos los cuatro de la de Santa María, se unieron con los jurados salientes para elegir a seis candidatos.

                El mismo procedimiento se siguió en la de Santa Tecla y en la de San Pedro para escoger a tres candidatos respectivamente.

                                               

                Los doce prohombres propuestos como candidatos se eligieron sin la intervención de los generosos o caballeros cuya solera se hacía remontar a tiempos de la conquista de Jaime I. Se quería evitar el predominio caballeresco en la vida ciudadana. Los consejeros aprobaron la elección en consonancia.

                A continuación se inscribía el nombre de los doce en unos papelitos que se introducían en unas bolitas de cera roja, los redolins. Se depositaban en un bacinete de agua, de donde un niño sacaría a suertes cuatro, las de los candidatos finalmente escogidos.

                El juez y administrador también se elegía por el mismo procedimiento que combinaba participación, elección indirecta y azar para evitar males mayores, lo que no siempre se consiguió.

                Fuente: Els manuals de consells medievals de Xàtiva (1376-1380). Edición de Alfred Boluda Perucho, Valencia, 1999, pp. 191-193.