LA CELEBRACIÓN DEL CORPUS EN LA ORIHUELA DEL SIGLO XV.

07.06.2015 20:07

                “Año 1402 se decretó la fiesta del Santísimo Sacramento y por parte del clero vinieron  al consejo Sancho de la Mata, arcipreste, y Pedro Comí, presbítero, y suplicaron que les ayudasen con alguna cantidad para comprar algunas cosas tocantes a dicha fiesta, y el consejo mandó dar a mosén Comí 30 florines, los 15 del consejo y los demás de fábrica, y que fuese a Valencia y que comprase lo que le pareciese para dicha fiesta. Vino por tiempo a ser tan celebrada esta fiesta con la devoción de los vecinos, que se fue aumentando, que de treinta leguas venían a verla, y todos los oficiales con pregón guiaban a todos por cualquier causa civil o criminal, de venida, estada y tornada, y que pudiesen traer metales, ropas, esclavos y cualquier cosa vedada, sin manifestar. En las representaciones y música entraban los mejores de la villa y muchos caballeros, y a todos los que se vestían, les hacía el consejo francos de la obra de la muralla aquel año, y el gasto era una miseria, porque los siseros ayudaban con 24 timbres y las fábricas todas otros 24, porque todos representaban sin interés, y hacían cada año 14 misterios diferentes.

                                        

                “Como en el año 1484, sacaron primero la roca de Adán y Eva con el ángel Gabriel. Ítem, la roca de la Salvación con el Espíritu Santo y sacerdotes e Isaías. Ítem, la roca de Susana. Ítem, la roca de los Reyes de Oriente. Ítem, la del rey Herodes y los infantes. Ítem, la del monte Calvario con el Infierno y Santos Padres. Ítem, la roca de San Martín. Ítem, la roca de San Jorge.

                “Misterios a pie. = el de San Sebastián; el de Santa Catalina; el del Juicio Final; Santa Clara con los moriscos; los ángeles con la María Mater; los Doce Apóstoles; Abraham, y de San Cristóbal. El año 84 tuvo toda la fiesta a su cargo mosén Jaime Montiel.

                “Otros años eran más los misterios, como fue el año 497, que fueron 9 los de a pie, sin las ocho rocas, y entraron en la representación 114 personajes, sin la música, diablillos y danzas.

                “En el modo de hacer la procesión y puestos de representar había cada año mudanza según el gusto de los oficiales de aquel año, porque unas veces salía por la puerta Mayor, como hoy en día sale (ca. 1622), y otras por la de abajo, y de esto resultaban algunas pesadumbres, como los bandos de los lugares de representación, el cual decreto hizo confirmar el Rey Católico en la forma siguiente: salía por la puerta de abajo y la primera representación se hacía a la puerta de la viuda de Juan Pérez, que hoy es el patio descubierto del Obispo; 2º., a la puerta del Hospital; 3ª., a la puerta de don Enrique, o a sus ventanas de los Estudios; 4ª., entre la casa de Pedro Masquefa y maestro Loazes; 5ª., al cantón del carrerón de Juan Silvestre; 6ª., a la casa de Juan Martí y a la puerta de Enrique Masquefa; 7ª., a la puerta de mosén Bernardino Masquefa y de Nicolás Molins; 8ª., a la vuelta que va a la plaza; 9ª., enfrente el granero; 10ª., en medio la Trapería; 11ª., en la casa de don Juan Maza; 12ª, en la plaza.”

                Mosén Pedro BELLOT, Anales de Orihuela. Edición de Juan Torres Fontes, Murcia, 2001. Tomo II, pp. 309-310.

                Imagen de varias Rocas de la ciudad de Valencia, ilustrativas de cómo podían ser las de Orihuela.