LA NUEVA MONEDA DEL REINO DE VALENCIA. Por Víctor Manuel Galán Tendero.

17.12.2022 13:14

               

                Con la conquista y organización del reino de Valencia, Jaime I fortaleció su poder como rey. En 1247, su cancillería adoptó ideas religiosas y de carácter clásico para ensalzar lo conseguido. Dios lo habría auxiliado en la aniquilación de los andalusíes (el fin de Hispania), con la expulsión de muchas ciudades de los bárbaros, y el culto cristiano se habría restablecido en Valencia y Mallorca.

                La acuñación de la nueva moneda real coronaría tales logros, con símbolos como el árbol con forma de flor, con una cruz encima. En la otra cara, figuraría la cabeza coronada. La expresión del poder real era clara.

                Tal moneda, el real de Valencia, debería de ser utilizada obligatoriamente por todos, bajo pena de confiscación. No se aceptaría otra moneda de plata, cobre o de aleación. Así se ordenó un 8 de mayo de aquel 1247. Circularía igualmente en el reino de Mallorca, y estaría vigente durante toda la vida de Jaime I, más diez años después de su fallecimiento.

                La ley de la moneda en plata, por cada sueldo, se estableció en once dineros y óbolo, una proporción que también se observaba en otros puntos de la Europa cristiana. Asimismo, veinte sueldos totalizarían un marco.

                Como en el reino valenciano circulaban otras monedas (la jaquesa, la barcelonesa o la melgaresa, por ejemplo), se ordenó que se recogieran en la Taula de Cambios de la ciudad de Valencia en los cuarenta días subsiguientes al indicado ocho de mayo.

                Se establecieron una serie de equivalencias. Doce reales valencianos supondrían dieciséis melgaresos, por ejemplo. De esta manera, se pudieron las bases monetarias del nuevo reino valenciano.

                Fuentes.

                ARXIU DEL REGNE DE MALLORCA.

                Llibre de privilegis i franqueses del 1334.