LOS PRIMEROS DOMINICOS EN VALENCIA, Por Víctor Manuel Galán Tendero.

25.04.2022 11:34

               

                En 1216, el Papa Honorio III confirmó la orden de predicadores de Domingo de Guzmán, la de los dominicos, que tuvieron que medirse con los temidos albigenses. Por aquel entonces, la Cristiandad latina se enfrentaba a no pocos retos sociales y culturales, con el crecimiento de las ciudades y del descontento religioso. Los dominicos se encargarían de refrenar ciertas tendencias con sus dotes teológicas y de organización.

                Tales soldados de Dios, bienquistos a la Santa Sede y a muchos reyes, estuvieron presentes en la repoblación del reino de Valencia, donde se mantuvieron importantes comunidades musulmanas y se tuvieron que organizar de forma sistemática las cristianas, con personas de procedencia abigarrada.

                En 1239, la comunidad de dominicos recibió de Jaime I sus primeros terrenos en la ciudad de Valencia, de forma madrugadora. Por entonces, también se establecieron a extramuros de Játiva, aunque hasta 1291 no tuvo su convento la autorización oficial del capítulo general de la orden. En Llutxent, su comunidad del Corpus Christi tuvo relevancia hacia 1425.

                La orden ganó fuerza y protagonismo durante la Baja Edad Media. Ejemplo claro fue que el 30 de marzo de 1342 ordenara Pedro IV a su gobernador en Cerdeña, Guillem de Cervelló, que hiciera posible la elección para la sede vacante episcopal de fray Miguel de Fraga, dominico del convento de Valencia. El protagonismo de los Ferrer, además de por dotes personales, no fue fortuito.

                Fuentes.

                ARCHIVO DE LA CORONA DE ARAGÓN.

                Cancillería, Cartas reales, Pedro IV, 1733.