ALIMENTOS ITALIANOS PARA LA VALENCIA DEL SIGLO XVI.

26.05.2019 16:55

                La Monarquía hispánica se enfrentó en tiempos de Felipe II a distintos enemigos, como al de la carestía. Ningún poder del siglo XVI se encontraba a salvo del hambre y de la enfermedad, flagelos que mermaban su potencia humana y militar, y el dominio de graneros como el de Sicilia u otros no salvaguardaban a los súbditos de aquel monarca de la falta de alimentos en varios años.

                Con todos sus recursos agrícolas, el reino de Valencia importaba de tierras castellanas e italianas grandes cantidades de cereales, especialmente su populosa capital, erigida a su vez en un importante mercado de alimentos. Hasta aquí llegaban en 1567 los trigos, cebadas, harinas, sémolas, fideos y macarrones de Cerdeña, que demuestran que la introducción de elementos gastronómicos italianos en tierras hispanas no es reciente.

                A Felipe II le preocupó entonces otra cuestión, el de la posible defraudación de sus derechos fiscales, y ordenó el 1 de noviembre de 1567 a su virrey Antonio Alfonso Pimentel Herrera, conde de Benavente, que investigara importadores, cantidades y beneficios derivados de aquellos preciados alimentos de Cerdeña.