EL POBLAMIENTO DE LA BARONÍA DE COCENTAINA Y LOS MUDÉJARES.

07.03.2018 16:20

                La importancia de la población musulmana en el reino de Valencia y en Cocentaina.

                Hace unas cuantas décadas el gran historiador Vicens Vives opinaba que el 66% de la población valenciana de finales del siglo XIV todavía era musulmana, en contraposición al 35% de la aragonesa y al casi 3% de la catalana. Su discípulo Reglà la acotó en el 40% para la Valencia de cien años después. A inicios del XV el reino valenciano contaría en términos redondos de unos 50.000 fuegos u hogares, la mitad de los postulados por Pérez Puchal, de los que 10.000 serían mudéjares: un 20% distanciado de las propuestas anteriores. En tiempos de la expulsión de 1609, según las investigaciones de Lapeyre, los moriscos herederos de los mudéjares representaban el 25% de los valencianos, fruto del pausado crecimiento del Cuatrocientos, el impacto de las Germanías, y la expansión de la segunda mitad del XVI. Los valencianos coetáneos tendieron a agruparse en localidades pobladas, pues la tercera parte lo hacía en 1418 en seis núcleos de más de mil fuegos (Valencia, Morella, Játiva, Alcira, Castellón y Orihuela), de acusado carácter cristiano a pesar de las pervivencias históricas islámicas en su viario, y de contar con morerías varias de las mismas con altibajos. El mismo Jaime I apreció en su Llibre dels feits la diferencia entre el poblamiento apiñado de sus dominios y el de las más abiertas y dispersas aldeas castellanas de la submeseta Norte.

                En consonancia, los musulmanes se concentraban esencialmente en los enclaves del interior y de la montaña valenciana, como Chelva o Cocentaina, sin olvidar los terrenos fluviales del Turia (de Paterna a Benaguacil), del Vinalopó (de Elda a Elche), y de la huerta de Gandía. Antes de 1609, la población musulmana superaba a la cristiana en un 29% en el territorio de Cocentaina, distribuyéndose entre veinte núcleos de población repartidos a lo largo de setenta kilómetros cuadrados. Era el resultado de la repoblación, iniciada con el control territorial, y proseguida con la colonización agraria de las revitalizadas o nuevas alquerías.

                El tránsito entre los siglos XIV y XV fue de gran importancia al respecto. En 1379 los cristianos sobrepasaban en un 19% a los musulmanes, que no conocieron una bajada paulatina entre 1245 y 1609, como se comprueba a través de estas cifras:

Año

Villa cristiana

Morería del arrabal

Alquerías

1379

323 (59´59%)

148 (27´30%)

71 (13´09%)

1429

243 (54%)

138 (30´66%)

69 (15´33%)

1609

500 (34´62%)

210 (14´54%)

1.034 (50´83%)

 

                Defensas y caminos de Cocentaina.

                La ubicación y distribución de la población cristiana determinaba la de la musulmana. Al igual que en el resto del reino de Valencia, los cristianos residían mayoritariamente en la villa, que en parte consolidaba la experiencia urbana almohade en contraposición a otras asentamientos nuevos. La parroquia de Santa María, creada en 1269, agrupaba espiritual y humanamente a sus fieles. La torre del castillo dominaba desde sus 754 metros de altura su sistema de protección conformado por su alcázar y sus murallas. Tras la guerra contra Castilla, su recinto amurallado de diecinueve torres tuvo que ser reparado con el dinero de las sisas. Otros castillos secundarios que vigilaban las comunicaciones entre Játiva, Biar, Denia y Alicante. Defensa y comunicaciones eran indisociables.

                La villa contestana se estructuraba a partir de los caminos de Játiva, Travadell y Alcoy, que daban nombre a sus puertas. Las difíciles comunicaciones de la Baja Edad media, transitadas por los arrieros, se dirigían hacia Játiva por el puerto de Albaida (por donde pasaban las vitales cargas de las salinas reales de Manuel), lo que ocasionó más de una disputa entre Cocentaina y Játiva. La estratégica Torre de les Maçanes (a través de Planes, Almudaina, Millena y Penáguila) era la puerta de acceso a las litorales de Altea, Villajoyosa y Alicante. El alicantino Antoni Bosch condujo sus ganados a los pastos contestanos. Las rutas del mudéjar valle del Vinalopó se enlazaban con las de Ibi (de rico y provechoso pinar), Castalla y Biar. Tales caminos de destacados recursos ganaderos y forestales se revalorizaron por la disposición de los dominios de las reinas Sibila y Violante, lo que se reiteró bajo los Corella en la segunda mitad del siglo XV. Procuradores y recaudadores de Valencia caminarían por estos caminos, recalando en Cocentaina antes de llegar al valle de Elda. A levante, las difíciles rutas de las mudéjares vall d´Alcalá y de la Gallinera se dirigían hacia Denia, Oliva y Gandía, donde vertían las aguas del río Alcoy (el Serpis de hoy). En alguna ocasión el grao de Gandía enlazaba Valencia y Cocentaina, sobretodo cuando se trasladaban las piedras de los molinos.

                Los caminos contestanos locales sortearon los barrancos por medio de puentes como el de la puerta de Travadell, que superaba el del Sort, o el de L´Alcudia. Según Pierre Guichard, el impulso de las comunicaciones por reyes como Jaime II evidenciaría la orientación frumentaria y mercantil del reino de Valencia.

               El espacio urbano de la villa y de la morería del arrabal.

                Además de punto de residencia de muchas familias, la villa de Cocentaina también cumplió una indudable función fiscal, pues desde allí se supervisó la recaudación de distintos tributos. Su horno fue un monopolio señorial. En la segunda mitad del XIV, la rectangular villa acogía a residentes de familias originarias de Cataluña, Aragón, Navarra y Castilla, además de Valencia. Algunos disfrutaban el estatuto de habitador, y ya sobresalían ciertos linajes, a veces ligados al poder señorial como los Martínez de Vera. Los Estanya, Pujaçons o Cepello combinaron  la posesión de bienes con el ejercicio de las responsabilidades públicas. El notario Pere Guillem Cepello dispuso de un huerto en la zona urbana de l´hostalet.

                El alcázar señorial, futuro palacio condal y monasterio del Milagro, se emplazaba en el ángulo Suroeste de la villa, custodiando la plaza de los obradores del mercado en los siglos XIV y XV. En dirección Este se encontraba la corte del Justicia y la carnicería, cerca del actual Ayuntamiento, y se accedía a la calle de los Caballeros, con albergues recayentes a la muralla. La iglesia de Santa María se ubicaba un poco más al Norte del alcázar, y allí se edificó el baño común a cristianos y musulmanes por turnos.

                Al exterior de la muralla, a septentrión, se extendía el ravalet de huertos tapiados. Aquí recaía la curtidoría para evitar problemas. La feria anual de ganado, que se trasladó finalmente de San Miguel a Todos los Santos, se celebraba aquí.

                La morería del arrabal y las alquerías de los términos se encontraban determinadas por el poder cristiano. El contestano Jaume Valls arrendó en 1396 la alquería de Gayanes, y reparó su almazara y sus silos. Joan Fernández gestionó la alhóndiga de la morería. Limitada por barrancos como el de Alberri, se localizaba la morería al Sur de la villa. Contaba con cerca de una hectárea y media a finales del XIV. Según Joaquín Navarro Reig, ocupaba el espacio de la anterior alquería de Atech, encontrándose separada de la villa al principio por unos doscientos metros de distancia. Su perfil triangular acogía un viario irregular sin una línea común de fachadas al modo de las pueblas cristianas. Sus viviendas podían alcanzar los dos pisos, reservando los ladrillos para las esquinas y partes destacadas, y el tapial para el resto. Se empleaba la técnica de la tabiya o de disposición de cajones de madera que encuadraban una especie de hormigón de tierra, piedras y cal. Estas paredes se emblanquinaban con cal o yeso, añadiéndose la ginesta para aislarlas. Su mezquita ocupaba el lugar de la actual iglesia de San Salvador, y hacia el Noreste se emplazaban el horno, la almazara y muy probablemente su carnicería. En las calles Jesuset de l´Hort y Teular se han encontraba vestigios de cerámica. Entre su zona artesanal y la de transformación de alimentos se ubicó la tintorería y la almazara de cera. Todavía no se han encontrado la localización de la alhóndiga, que es posible que se encontrara cerca del portal del Grallit, en comunicación con los obradores del mercado a las afueras de su muro de tapial. El mismo tenía un grosor de unos setenta y cinco centímetros (muy similar al de las casas particulares) la ceñía, dotado con portales como el del Grallit al Norte y fortalecido con torrecillas como las dos conservadas en los barrancos de Santa Bárbara y Alberri. Barrancos y torrenteras sirvieron de foso de contención. El espacio funerario se encontraría en la paralela a la montaña de la actual calle de la Verónica.

               La morería del arrabal frente a las alquerías.

                En las laderas de la Mariola, evocadas por Cavanilles, se emplazaban además las mudéjares alquerías de Fraga, La Alcudia, Rahal Blanch y Muro, y en las del Benicadell las de Turballos y Gayanes. Al Este del río Alcoy se encontraban las de Benámer, Benitaher, Benifloret y Alcocer de Planes. Al Sur se ubicaba la de Penella, y la de Cela en las proximidades del río Agres. Entre 1378 y 1428 la de Gayanes y La Alcudia aumentaron su peso en relación a la morería, según se aprecia en las recaudaciones (expresadas en sueldos):

Año

Arrabal

Alquerías

Relación

1379

4.302

4.916

1:1´142

1380

7.262

6.670

1:0´918

1381

3.966

6.670

1:1´682

1382

4.079

6.662

1:1´633

1385

2.657

6.920

1:2´604

1421

4.311

7.350

1:1´705

1425

4.026

8.442

1:2´097

1426

4.148

3.060

1:0´737

1428

4.182

6.000

1:1´434

               

                Las dimensiones de la población mudéjar de la baronía contestana.

                En 1378 el número de núcleos de población en la baronía era la cuarta parte inferior al de 1602. El grado de dispersión de los musulmanes era menor. La pecha de 1378 muestra que por los 700 sueldos pagados por el arrabal, las zonas de la huerta del término pagaban 300. La morería del arrabal contaba entre 133 y 138 familias a fines del XIV y comienzos del XV, el lugar de Muro con 39, la alquería de Gayanes 35 y La Alcudia 34. El arrabal, pues, concentraba el 56% de la población mudéjar de la baronía frente al 29% de la morería de Játiva.

                La baronía de Cocentaina albergaba una población mudéjar inferior a la de las aljamas de la cuenca del Turia como Paterna, muy similar a la de las comunidades del valle del Vinalopó como Novelda y Elche, y superior a la de las morerías urbanas de Valencia y Alicante. La baronía de Cocentaina se encontraba en una amplia zona de poblamiento mudéjar, con una densidad de 7´7 fuegos por kilómetro cuadrado entre musulmanes y cristianos, cifra superior a la media de 2´3 del reino de Valencia y comparable a la del piedemonte mallorquín de recursos hidrológicos. A lo largo del siglo XV, la villa de Cocentaina no encajó las pérdidas de Játiva y Alcira. Tampoco se estancó como los de Onteniente y Penáguila. Aumentó al igual que Bocairente, Jijona, Alicante, Alcoy y Orihuela.

                El poblamiento mudéjar en el reino de Valencia se estructuró en diferentes modelos. En un primero, los mudéjares no lograron organizarse en una aljama por sus  modestas dimensiones demográficas, caso de Alicante. En ciudades como Valencia ya se estructuraron como aljama. A veces, alrededor de una villa cristiana dotada de una morería urbana se extendía una red de alquerías (Cocentaina o Játiva), y en otras las alquerías estructuraban por sí mismas un territorio como el valle de Guadalest. No obstante, también encontramos lugares que agruparon a casi toda la población mudéjar de una zona como Novelda.

                Tales modelos funcionaron como piezas del mapa de las nacientes comarcas valencianas, de especialización económica temprana. Se establecieron interacciones entre las mismas. Los valles mudéjares nutrieron los lugares y las alquerías dependientes de núcleos cristianos. Asimismo, los musulmanes podían ser segregados hacia zonas más mudejarizadas. La baronía de Cocentaina se integró en este sistema de explotación y poblamiento.

                Capítulo anterior.

https://el-reino-de-los-valencianos.webnode.es/news/el-senorio-de-cocentaina/