LA QUEMA DE BIBLIAS EN VALENCIA (1447).

05.05.2015 16:50

                La llamada Biblia valenciana tentó la creativa imaginación de don Rafael Tasis en 1955 y ha dado no poco que hablar a diferentes estudiosos.

                Bonifacio Ferrer (1350-1417) tradujo del latín al valenciano las Sagradas Escrituras a partir de un ejemplar del caballero Berenguer Vives de Boïl. En 1498 el Santo Oficio ordenó la entrega de los ejemplares impresos entre 1477 y 1478 para su quema

                Se consideró la obra peligrosa para la fe antes de la aparición del luteranismo, ya que el acercar la palabra de Dios a los fieles podía poner en cuestión la autoridad de la Iglesia.

                La persecución contra ciertas versiones de la Biblia, consideradas falsas, fue anterior al establecimiento de la imprenta. El 21 de enero de 1447 se quemaron en unas parrillas en la plaza de la Catedral veinte ejemplares de las Sagradas Escrituras.

                Los ejemplares incinerados presentaban una gran belleza formal y atesoraban un notable valor económico, valorándose algunos en la bonita suma de cinco mil florines. Accesibles a unos cuantos nobles y ciudadanos acaudalados, la quema sería una clara advertencia a los más inquietos.

                El acto de ajusticiamiento se completó con el sermón del predicador Gauderic. A veces se ha apuntado la posible conexión entre la lectura de la Biblia en lengua vernácula y los círculos de conversos del judaísmo.

                Mucho se ha comentado sobre la incidencia literaria y el uso social del valenciano de tales persecuciones. Indiscutiblemente una Biblia valenciana aceptada eclesiásticamente hubiera constituido un referente de prestigio para un idioma que en el siglo XV conoció un tiempo de esplendor literario y de declive de ciertas manifestaciones de la alta cultura a partir del XVI.

                Fuente: Dietari del capellà d´Alfons el Magnànim. Edición de Vicent-Josep Escartí, Valencia, 2001, p. 102.