LAS SIMBÓLICAS TORRES DE SERRANOS.

13.07.2015 10:02

                Una de las construcciones más emblemáticas de la ciudad de Valencia es la puerta gótica de las torres de Serranos, que nos retrotrae a la Baja Edad Media, asociada al florecimiento cultural del Siglo de Oro valenciano. La obra ha merecido toda clase de evocaciones, pero también de estudios críticos.

                

                El conjunto se emplazó en el área de la puerta de Roteros, de tradición musulmana. Francisco Almarche sostuvo en 1925 que su obra se extendió entre 1349 y 1381, el mismo año en que se concluyó el Micalet, bajo la dirección de Joan Franc, aunque recientemente Edward Cooper le ha rectificado en varios puntos.

                De Joan Franc carecemos de testimonios, a diferencia de lo que acontece con el cantero Pere Balaguer, que trabajó en el Micalet y en las torres. En 1392 visitó varios lugares de Cataluña por indicación del municipio de Valencia para estudiar distintos modelos.

                Aunque se ha propuesto el monasterio de Poblet, así como la torre hexagonal de Besalú, también la abadía cisterciense de Sant Cugat del Vallès o las puertas barcelonesas de Santa Ana podían haber servido como modelo, sin descartar la fortaleza de Buñol.

                El carácter militar de las torres se ha visto impugnado y se ha pensado últimamente más en su carácter simbólico, lo que conduce al problema de los motivos de su construcción.

                En 1352 el rey se mostró poco dispuesto a que Valencia, rebelde durante la Unión, emprendiera obras de fortificación, que comenzaría a realizar en 1356. La guerra con Castilla lo aconsejaba y en 1357 Lope de Riza contó con 100.000 libras al efecto. El área de la puerta de Roteros estuvo marcada por las remodelaciones.

                De todas maneras se tenía que haber alzado una obra con argamasa, conectada al camino de ronda y sin las saeteras opuestas. Aunque Cooper propone el pacto de Murviedro entre aragoneses y castellanos del 20 de agosto de 1363 como inicio de su construcción, la obra corresponde al reinado cortesano y lujoso de Juan I y su esposa Violante (1387-96).

                La función meramente viaria también ha sido cuestionada por la estrechez de sus arcos, pese a que se ha sugerido que su nombre procedería de su cercanía a la cañada de los ganados serranos. Lo cierto es que en los siglos XVI y XVII, al menos, sirvió de prisión y dispuso de una barbacana, demostrando la complejidad de una obra de bella factura estética.

                

                Fuente. Edward COOPER, La fortificación de España en los siglos XIV y XV, 2 volúmenes, Ministerio de Defensa y Marcial Pons, Madrid, 2014, 2º. volumen, pp. 925-939.