ORIHUELA Y ABANILLA O LA VECINDAD ENTRE VALENCIA Y CASTILLA.

09.02.2018 18:53

                

                 Los límites de los reinos no se han establecido solamente siguiendo los accidentes del terreno, sino que los conflictos y los litigios los han dibujado con frecuencia. Las conquistas de Jaime I y las posteriores disputas entre las Coronas de Aragón y Castilla determinaron el trazado de la raya fronteriza del reino de Valencia. En la segunda mitad del siglo XV, ambas Coronas mantuvieron unas relaciones más pacíficas que en los cien años precedentes, pero entre los municipios vecinos los litigios prosiguieron. Orihuela, capital de la gobernación valenciana al Sur de Jijona, disputó límites con la murciana Abanilla.

                Abanilla fue una de las aldeas de Orihuela, que Alfonso X concedió a don Guillem de Rocafull tras la insurrección de los mudéjares murcianos de 1264-66. Don Guillem y después su hijo don Ramón fueron adelantados de Murcia, y cuando se verificó la división de las tierras del primigenio reino murciano, en 1304, Abanilla salió del círculo de Orihuela primero y del acrecentado reino de Valencia después. En 1331 su tercer señor, otro Guillem de Rocafull, la cedió en su testamento a la orden militar de Calatrava, que la consiguió definitivamente tras varios pleitos en 1334.

                No por ello, las relaciones con el reino de Valencia dejaron de ser habituales, dada la cercanía geográfica. A sus mudéjares les advirtió en 1354 el quisquilloso Pedro I de Castilla que no llevaran a territorio valenciano pan, madera, carbón, esparto y otras mercancías a vender. En 1400 Abanilla se acogió a la hermandad entre municipios cristianos y aljamas mudéjares favorecida por el gobernador de Orihuela.

                A lo largo del siglo XV hubo distintos roces entre Abanilla y Orihuela por cuestiones de apresamiento de cautivos, de caza  y de ganadería. Tomada por don Diego Fajardo (afincado en Orihuela), en 1454 don Juan de Navarra (hermano de Alfonso V de Aragón) se comprometió a retornarla a la orden de Calatrava. Al no serle devuelta en los términos acordados, se movió un duro enfrentamiento armado entre la orden y Orihuela.

                Retornada al señorío de Calatrava, se establecieron los mojones o los límites entre Orihuela y Abanilla entre 1468 y 1470, no sin dificultades. Aquellos mojones también lo eran del reino de Valencia con el de Murcia. La aljama y los viejos de la aljama mudéjar de Abanilla se quejaron al Consejo de los reyes Isabel y Fernando (cuando todavía no era rey de Aragón) de la temeridad de Orihuela a la hora de desplazarlos, y el 25 de enero de 1477 los monarcas encomendaron desde Sevilla al licenciado Lope Sánchez del Castillo que puniera las responsabilidades. Hasta finales del siglo XV y después prosiguieron los incidentes habituales por los pasos de ganado a despecho de la unión hispánica de reinos. Las relaciones de vecindad no siempre han sido fáciles.