VALENCIA Y SICILIA DENTRO DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA.

16.07.2018 18:27

                En el siglo XVI las relaciones entre Sicilia y Valencia se estrecharon. Amenazada por los turcos otomanos, la isla requirió tropas de los territorios españoles de la Corona de Aragón, que a su vez importaban grandes cantidades de trigo en los años de escasez.

                El sistema presentaba varias fisuras, que se acrecentaron en el XVII. Alzar compañías resultó cada vez más difícil, por mucho que se recurriera al indulto de bandoleros, especialmente cuando estalló la insurrección en Cataluña e irrumpieron tropas francesas en la Península. El reino valenciano, como otros territorios españoles, dirigió sus esfuerzos al frente catalán en detrimento de la seguridad siciliana.

                La administración virreinal de Sicilia carecía de los fondos suficientes para atender al pago de fuerzas de infantería, de las galeras y de los castillos. Las lucrativas sacas de trigo se concedieron a unos cuantos y no siempre se toleraron por mor al desaprovisionamiento del reino siciliano. En 1643 se quiso emplear el trigo de la isla para quebrantar la resistencia catalana, de Barcelona en particular, y las licencias de ciertos particulares se miraron con atención.

                Milán pasó a asistir a Sicilia económicamente, en consonancia, prueba de las novedades de los tiempos.

                La rebelión catalana, además, animó a los mesineses a defender con atrevimiento sus privilegios, que debían ser confirmados por los virreyes. La rivalidad con los panormitanos, considerados más hidalgos por la autoridad real, sirvió para neutralizarlos, pero todos los sicilianos coincidieron en reservarse la provisión de oficios en detrimento de las apetencias virreinales. Valencianos, catalanes, aragoneses o castellanos no lo tuvieron nada fácil para lograr cargos más allá del gobernador, capitán general y virrey de Sicilia.

                Los sicilianos tuvieron sus puntos de analogía con los valencianos, como las rivalidades intestinas entre linajes, una muestra clara de lo mucho que han compartido los pueblos del Mediterráneo a lo largo de la Historia.