¿QUIÉNES SE BENEFICIARON DE LOS GASTOS REALES? Por Víctor Manuel Galán Tendero.
El poder efectivo de los reyes medievales reposó en buena medida sobre la aquiescencia de sus principales vasallos y súbditos, con independencia del poder de las Cortes de sus Estados, pues sus instrumentos de dominio eran ciertamente precarios, especialmente si los comparamos con los de los Estados europeos contemporáneos. La gestión patrimonial recaía en unos pocos servidores de confianza, a los que se tenía que compensar debidamente. Tal fue el caso de los de la bailía general del reino de Valencia, encargada de la administración del patrimonio real.
El baile general supervisaba las tareas de los bailes locales y superaba en jerarquía al baile de la gobernación de Orihuela, la que se extendía al Sur de Jijona. Sus cuentas eran inspeccionadas por el racional de la corte real al final de su ejercicio. Las de 1386 correspondieron al prohombre valenciano Pere Marrades, que al año siguiente sería relevado por Ramón de Soler.
Los emolumentos salariales eran importantes, reconociéndose los siguientes:
Baile |
2.000 sueldos |
Escribano de la bailía |
600 sueldos |
Asesor de la bailía |
500 sueldos |
Por los dos vergueros |
720 sueldos |
Regente de los cajones de la mesa del peso |
200 sueldos |
Guardián del Grao |
200 sueldos |
Gracia ordinaria del baile |
4.0000 sueldos |
Asignación al baile del Sur de Jijona |
12.000 sueldos |
En total, unos 20.200 sueldos. Debe de resaltarse que la asignación girada al baile de la gobernación de Orihuela era para que retribuyera debidamente a los alcaides y guarniciones de los castillos de su jurisdicción, a modo de compensación de los modestos ingresos de su demarcación.
La bailía no pudo prescindir del recurso al crédito, en un tiempo en el que los negocios de la deuda pública adquirieron gran vuelo. Los censos perpetuos supusieron un dispendio de 18.225 sueldos en 1386, encontrándose entre sus beneficiarios figuras eclesiásticas como el abad de Poblet (agraciado con 9.500 sueldos), el prior de Maguella (con 4.000), la prioresa de las Magdalenas (con 700) o la abadesa de les Menoretes (con 500). Además, en la nómina de beneficiarios también se dieron cita prohombres como Bernat Buçot (con 1.800 sueldos de renta), Aznar Pardo (con 1.000) o el mismo Pere Marrades, con 750 sueldos que redondeaban sus ingresos. También el mismo Marrades se agenció otros 500 de los 7.563 sueldos de los violarios y beneplácitos.
Los gastos extraordinarios ascendieron en 1386 a 10.830 sueldos, con los que se atendieron necesidades como la mensajería con el sultanato de Granada. Solo los viajes del baile supusieron 2.314 de esta partida de dispendios, que una vez más volvía a acrecentar los ingresos de Marrades. La bailía general era, pues, muy valiosa para los prohombres deseosos de ascensos, honores y riquezas, elementos esenciales que garantizaban la fidelidad al rey.
Fuentes.
ARCHIVO DE LA CORONA DE ARAGÓN.
Patrimonio, Maestre Racional, Volúmenes, Serie General, 1724.