El príncipe Zayd Abu Zayd, de la familia del califa Abd al-Mumin, fue el último gobernador de la Valencia almohade. Llegó a declararse vasallo de Fernando III primero en 1225 y después de Jaime I en 1229. Convertido al cristianismo posteriormente en 1232, tomó el nombre de Vicente Bellvís y se convirtió en señor de localidades como Castalla, Tibi u Onil. Su camaleónica trayectoria le valió juicios adversos, como los que se vertieron en la Crónica latina de los reyes de Castilla:
“Aquella discordia ultramarina (las disputas entre los almohades en el Norte de África) redundó en España de tal manera que el rey de Murcia fue elegido rey marroquí. El rey de Sevilla y la mayor parte de la tierra sarracena de este lado del mar lo aceptó.
“Pero el rey de Baeza y su hermano, que dominaba Valencia, y sus partidarios se opusieron al citado rey de Murcia ya nombrado rey marroquí. Y así hubo una gran división entre los moros de más allá y de más acá del mar, y ya no reino, porque consta que el marroquí se bamboleaba, sino con más razón podía llamarse discordia.
(…)
“El rey de Baeza hizo un pacto con nuestro rey Fernando y le entregó a su hijo primogénito, para que, al venir con él al reino de Castilla, confiara más plenamente en el rey de Baeza.
“Nuestro rey, casi completamente desolada la villa de Quesada, puesto que se acercaba el invierno volvió a sus tierras con gran gozo y botín. Entonces el rey de Valencia, hermano del rey de Baeza, envió a nuestro rey unos importantes mensajeros suplicando que le permitiera venir junto a él, pues quería verlo y servirle de cualquier manera.
“Vino pues Aceit de Valencia junto a nuestro rey a la villa que se llama Moya, y allí mismo se hizo vasallo suyo, viéndolo todos los que estaban presentes, y besó su mano y se firmó entre ellos un pacto, que posteriormente el mismo Aceit de Valencia, como vil apóstata, rompió sin causa justa.”
Crónica latina de los reyes de Castilla. Edición de Luis Charlo Brea, Cádiz, 1984, pp. 64-66.
Selección de Víctor Manuel Galán Tendero.
