EL MORABATÍ Y LA POBLACIÓN VALENCIANA DE MEDIADOS DEL SIGLO XIV.

11.02.2017 16:42

 

                El impuesto regio del monedaje o morabatí se instauró definitivamente en 1266 en el reino de Valencia para atender los gastos de la campaña de Jaime I en ayuda de su yerno don Alfonso de Castilla contra los musulmanes alzados del reino de Murcia. No obstante, este impuesto alcanzó una periodicidad de siete años en teoría, más allá de las circunstancias históricas apuntadas. Cada hogar con bienes por un valor de 105 sueldos mínimos debía contribuir con siete sueldos, aunque se mantuvieron las exenciones fiscales propias de aquella sociedad. En ocasiones, el propio monarca cedía el morabatí a uno de sus nobles más encumbrados para que lo percibiera de sus dominios señoriales.

                En una época en la que no contamos con registros documentales estadísticos para el estudio de la población, la documentación del morabatí ha suscitado un elevado y lógico interés entre los historiadores, con todas las cautelas.

                Tras la epidemia de Peste y en vísperas de la guerra con Castilla, en 1355, Arnau de Valleriola se encargó de una de sus recaudaciones, que afectó al realengo valenciano, por lo que amplias áreas del reino quedaron fuera del registro, del que solo conservamos para la ciudad de Valencia información de una de sus parroquias, la de Sant Bartomeu.

                En la partida de la huerta de Valencia hacia Alcira lo pagaron 450 contribuyentes, en la partida de la misma huerta hacia Murviedro (la actual Sagunto) 1.030. A su alrededor, Alcira tuvo 1.676 contribuyentes y 1.435 Murviedro. Con unos 20.000 habitantes, empleando el cauteloso coeficiente de cuatro, sin contar los de la ciudad de Valencia, formaba este territorio el corazón demográfico del reino.

                Al Norte del río Uixò, incluyendo Morella, pagaron el morabatí unos 4.180 contribuyentes del realengo, equivalentes a una población de casi 17.000 habitantes. En Játiva, otro gran núcleo urbano del reino, y su área de influencia lo abonaron 2.733, a los que debemos añadir los 110 de Enguera: un total de 11.372 habitantes. Del resto del reino no tenemos más noticias.

                En 1361, con la guerra contra Pedro I de Castilla, se volvió a percibir otro morabatí, esta vez a cargo de Francesc Marrades, con registros más completos que el anterior. Las doce parroquias de la ciudad de Valencia participaron con 4.654 contribuyentes, equivalentes a casi 19.000 personas. Su extensa huerta se articuló en tres grandes partidas fiscales: la orientada hacia Murviedro (con 522 contribuyentes), hacia Burjasot (453) y hacia Alcira (546). En la huerta valenciana vivirían unas 6.100 personas.             

                Murviedro alcanzó esta vez los 1.401 contribuyentes y Alcira 894 en la villa y 748 en su huerta, lo que indica el deseo de ser más preciso de esta última recaudación. Debemos añadir los 80 de Silla en este caso.  En el corazón demográfico del reino vivirían unas 20.000 personas, pues.

                Mayores precisiones se nos aportan aquí sobre otros territorios. En Bechí, en la plana castellonense, pagaron 124 contribuyentes y 90 en la serrana Chulilla. Menor densidad demográfica alcanzaría Alpuente y su término, con 285 contribuyentes, Benifasar y su honor con 221 y la agrupación de Castielfabib, Ademuz y la Pobla de la vall de Sant Miquel con 389. Frente a todos estos territorios se alzaba Morella y sus aldeas con 2.833 contribuyentes o más de 11.000 habitantes. El realengo al Norte de Murviedro alcanzaría los 16.000 habitantes, distribuidos de manera harto desigual.

                En esta ocasión, algunos señores eclesiásticos contribuyeron aportando el morabatí. Los 625 contribuyentes de los lugares del obispo de Tortosa en el reino y la mitad de los 3.582 de la orden de Montesa pagaron el impuesto al rey, lo que suma un total de casi 17.000 valencianos más, muchos de los mismos habitantes de las tierras del Norte.

                Hacia el Sur, el poder real tuvo menos facilidades, excepto las dispensadas por el maestre de Montesa. El peso del señorío y los estragos de la guerra mermaron las posibilidades recaudatorias, y de conocimiento de su realidad demográfica. Los 110 contribuyentes de Jijona fueron dispensados expresamente por las circunstancias bélicas. Así pues, se contabilizaron los 1.343 contribuyentes de la ciudad de Játiva y los 1.666 de su huerta, en la que se incluyeron la parroquia de Sant Pere y Enguera: un poco más de 12.000 habitantes en total. En Villajoyosa y Orcheta se registraron 180 contribuyentes o unas 720 personas.

                Al final tenemos constancia de al menos habitantes de 65.720 en el reino de Valencia, que de cualquier manera nos indican la desigual ocupación de su alargado territorio.