EVADIR EL CONTROL PARLAMENTARIO. Por Víctor Manuel Galán Tendero.

22.12.2024 12:51

               

                Las arcas reales nunca fueron fáciles de llenar, y el cobro de dinero ocasionó más de una sonada disputa en la Europa medieval. En el conquistado reino de Valencia, Jaime I fue conformando, no sin problemas, su patrimonio regio, en el que descollaron los tercios-diezmos, monopolios como los molinos o los hornos, las salinas y la propia albufera.

                Con tales medios, los sucesivos monarcas poco podían emprender, como comprobó su hijo Pedro III con motivo de las campañas de África y de Sicilia. Sus exigencias ocasionaron sonadas quejas en las Cortes de 1283. Aumentar la carga tributaria hacía subir el tono de la tensión política, algo muy inconveniente en un momento de enfrentamientos con otros poderes como el Papado.

                En vista de ello, Jaime II prefirió orillar las Cortes, solicitando donativos a los municipios para la empresa de Córcega y Cerdeña. Valencia le otorgó 17.500 libras en 1321, iniciándose una relación fecunda para los dirigentes de la ciudad y problemática para el reino.

                Para saber más.

                Robert I. Burns, El regne croat de València. Un país de frontera al segle XIII, Valencia, 1993.