JUMILLA, UNA FUGAZ VILLA VALENCIANA. Por Víctor Manuel Galán Tendero.

14.09.2025 12:14

              

               La sentencia arbitral de Torrellas dividió en 1304 el primigenio reino de Murcia entre castellanos y aragoneses después de un prolongado conflicto. Por aquel entonces, Jumilla se adjudicó a los segundos, y durante un tiempo formó parte del reino de Valencia.

               Sin embargo, aquella sentencia no puso fin al contencioso entre ambas Coronas por la hegemonía hispánica y por el dominio de varios territorios desde Murcia hasta Soria. En la primavera de 1356 las tropas castellanas atacaron Jumilla. Comenzaba la que pasaría a la Historia como la guerra de los Dos Pedros. Al año siguiente, los castellanos parecían haberse impuesto definitivamente en Jumilla, incorporándola a sus dominios Pedro I.

               Las conversaciones diplomáticas que tuvieron lugar tras aquellas primeras hostilidades, que no pusieron fin a la guerra, tuvieron como uno de sus resultados la devolución de Jumilla a su señor, don Pero Maça, fiel de Pedro IV de Aragón. De poco le sirvió, pues en la primavera de 1358 los caballeros de la orden de Santiago la volvieron a conquistar para Castilla.

               Pedro IV de Aragón tuvo que enfrentarse en los años sucesivos a una auténtica emergencia militar, cuando las tropas de Pedro I invadieron con fuerza Aragón y Valencia. La posesión de Jumilla resultaba harto complicada en aquellas circunstancias. No obstante, don Pero se esforzó por recuperarla en 1365 y 1366 por medio de negociaciones, que nada consiguieron.

               Ya finalizada la guerra de los Dos Pedros, y entronizado Enrique II de Trastámara en el trono castellano, don Pero volvió a intentarlo en 1376, en un ambiente de pacificación. Enrique II se mostró dispuesto a retornarle el señorío de Jumilla, pero con la condición que le rindiera fidelidad. La villa no formaría parte de los dominios valencianos de Pedro IV. Don Pero hizo sus cálculos, y declinó recuperar su señorío en tales condiciones.

               Años más tarde, a punto de concluir su largo reinado, Pedro IV se interesó en 1385 acerca de si Jumilla le pertenecía. Pidió información al baile general del reino de Valencia, encargado de la custodia y gestión del patrimonio del monarca allí, pero nada más se hizo o se pudo hacer. La frontera valenciana ya no cambiaría por aquel sector.

               Para saber más.

               Enric Guinot, Els límits del regne. El procés de formació territorial del País Valencià medieval (1258-1500), Valencia, 1995.