LA FLOTA DE ARAGÓN NO SE ENFRENTA A LA DE CASTILLA FRENTE A ALICANTE (1359).

08.03.2025 09:59

 

                “Y en tanto estuvo el rey aquellos dos días en el lugar de Calpe y la flota de Aragón no apareció más, pues se encontraba en el río de Denia y no se atrevía a venir a pelear con el rey de Castilla, al recelarse de las naos que tenía el rey de Castilla.

                “Y el rey celebró consejo, puesto que la flota de Aragón se encontraba en el río de Denia, de tal manera que no podía pelear con ellos, ya que el río era estrecho y en cada parte había mucha gente de la tierra de Aragón, venidos allí por esta razón, lo mejor era que el rey se fuera hacia la villa de Alicante, pues allí estaban por su mandato cerca de la misma una partida de caballeros vasallos que podían entrar en la flota. Además, el rey disponía allí para las galeras de pan de Guardamar, de donde lo había ordenado traer, al estar cercana. Allí podía atender algunos días a que la flota del rey de Aragón quisiera pelear.

                “Y así lo hizo el rey. Partió de Calpe, donde estaba con toda su flota de galeras y naos, y las galeras de Portugal y Granada, y fue hacia Alicante, estando allí seis días. Los de la flota de Aragón, desde que supieron de la partida del rey del lugar de Calpe y su marcha a Alicante con toda su flota, vinieron a Calpe, donde primero se encontraba el rey de Castilla.

                “Estando el rey don Pedro cerca de Alicante con toda su flota, el prior de San Juan, llamado don Gutier Gómez de Toledo, don Enrique Enríquez, Iñigo López de Orozco y otras compañías del rey estaban cerca de la villa de Alicante, que estaba yerma y despoblada, por cuanto fuera antes de ello tomada por las gentes del rey en la guerra.

                “Y las compañías de la flota del rey estaban en la otra parte de la huerta contra el castillo; y acaeció que un día don Diego García de Padilla, maestre de Calatrava, salió a la huerta por holgar allí, y salieron con él unos veinte hombres de los suyos sin armas; y estando allí, los vieron los que estaban en el castillo de Alicante, y salieron contra ellos.

                “Y fue hacia allí un caballero comendador de Montesa, y hasta cincuenta de a caballo con él. Vinieron donde estaba el maestre de Calatrava, que se acogió a la mar, pues no tenía compañías para contender. Entró en un pequeño barco que allí estaba, y llegó a las galeras.

                “Y los de a caballo llegaron donde estaba el maestre, y mataron a cuatro escuderos, cuyos nombres eran Alonso Ferrández de Castrillo (el que dijimos que mató en Toro a Rui González de Castañeda), Juan Sánchez de Oteo (el que mató en Toro a don Pero Estébanez Carpentero, maestre que se llamaba de Calatrava), y los otros dos escuderos del maestre de Calatrava Alonso García de Mata y Ferrand Carbó. Y los otros huyeron por la ribera hasta que encontraron barco para ir hacia las galeras.

                “Tras seis días que el rey estuvo en Alicante, y la flota de Aragón no apareció, partió de allí y se dirigió a Cartagena.”

                Pero López de Ayala, Crónicas. Edición de José Luis Martín, Barcelona, 1991, Capítulos XVI-XVIII, pp. 225-227.

                Selección y adaptación al castellano actual de Víctor Manuel Galán Tendero.