En el verano de 1400, el rey de Aragón Martín I se mostraba bastante inquieto por la situación de las fronteras del reino de Valencia con Castilla, especialmente en la meridional gobernación de Orihuela. Allí la tensión era particularmente aguda entre las comunidades cristianas y las musulmanas, que a veces estaban protegidas por sus señores feudales. Un enfrentamiento directo entre ambas podía implicar al castellano marquesado de Villena, con importantes lazos con el reino valenciano. La tensión política con Castilla, además, perjudicaría a las intensas relaciones comerciales entre las dos Coronas.
El monarca destacó como negociador al maestre racional de Valencia, Pere d´Artés, un hombre experimentado que formaba parte del grupo dirigente del reino y del círculo de confianza de Martín I. En calidad de maestre racional, gozaba de amplios poderes jurisdiccionales como garante del real patrimonio y de los medios adecuados.
Las distancias entre la corte, establecida en Barcelona a comienzos de agosto de 1400, y la gobernación de Orihuela eran importantes. Siempre se temía que las cosas no funcionaran bien, careciéndose del tiempo suficiente para enmendar la situación. El doncel Guillem Martorell, abuelo del célebre Joanot, sirvió de enlace y de confidente real. Finalmente, Pere d´Artés consiguió negociar con éxito los capítulos o condiciones de un acuerdo, en forma de hermandad entre comunidades, que coincidió con un estado de tregua entre Aragón y Granada. Aunque la hermandad no duró más allá de 1418, el esfuerzo mereció la pena.
Fuentes.
ARCHIVO DE LA CORONA DE ARAGÓN.
Real Cancillería, registro 2233.
