LIMITACIONES DE LAS GUERRAS COMERCIALES. Por Víctor Manuel Galán Tendero.

06.03.2022 11:13

               

                La imposición de restricciones comerciales ha sido un arma tan habitual en la Historia como carente de efectividad real en muchos casos. A veces ha servido para mantener la hostilidad entre dos poderes en unos niveles bajos, sin alcanzar la ruptura militar, como sucedió entre las Coronas de Aragón y de Castilla a inicios del siglo XV.

                Martín I el Humano las ordenó contra los intereses de Castilla y las aplicó el baile general de más allá de Jijona, responsable de la administración económica de la gobernación meridional del reino de Valencia. Se tomó en serio su cometido, recorriendo los términos de Orihuela y requiriendo a sus gentes.

                Su actuación causó una profunda molestia, por lo que Orihuela envió a la corte a su síndico o representante Ginés Silvestre, que adujo la violación de sus fueros y privilegios.

                El rey consultó a sus sabios en Derecho y al final le enmendó la plana al baile el 14 de enero de 1406. De proseguir así, sería penalizado con la friolera de mil florines. Al final, se impusieron los intereses de una localidad que pagaba impuestos y rendía servicios por encima de otras consideraciones.

                Fuentes.

                ARCHIVO DE LA CORONA DE ARAGÓN.

                Consejo de Aragón, Legajos 0592, nº 023.