LUCHADORES CONTRA EL FUEGO DE SAN ANTONIO.

17.01.2019 17:25

                La temible enfermedad que hoy en día conocemos como ergotismo fue llamada en la Edad Media el fuego de San Antonio. La enfermedad azotó a los consumidores de pan de centeno, a los que se les instó a peregrinar a Santiago para curarse. A finales del siglo XI, se creó en el reino de Arlés la Orden de San Antonio para encargarse de los enfermos de semejante mal.

                La Orden se extendió por la Europa cristiana, y en el siglo XII se estableció en Castrogeriz, punto importante de la Ruta Jacobea. Desde la sede episcopal de Tortosa, se difundió a tierras valencianas desde comienzos del siglo XIV. En la ciudad de Valencia y en la de Orihuela adquirieron relevancia los antonianos.

                Valencia disponía de su Casa y Hospital de San Antón, a cargo de un comendador encargado de su gestión. La necesidad de fondos se hizo evidente en los momentos más duros del crítico siglo XVII, y el comendador solicitó disponer de un peticionario de limosnas. Con el calor de la caridad se pensaba poner freno al fuego de San Antonio.