NOMBRES PARA GENTES DEL REINO DE VALENCIA. Por Víctor Manuel Galán Tendero.

21.05.2023 16:47

               

                El estudio de los nombres a lo largo del tiempo nos depara más de un punto de interés, pues nos muestra algunas de las creencias más arraigadas de las gentes. La imposición de un nombre al nacer por los progenitores o su entorno no es nada aleatorio, como tampoco cuando alguien adopta otro distinto.

                En la Cristiandad medieval, el santoral proveía con generosidad de nombres. Disponemos de mayor información de los masculinos que de los femeninos, dado el apartamiento de las mujeres de espacios más públicos, con la excepción de reinas u otras señoras. Tampoco contamos con registros completos, ni de lejos, pues las fuentes de la época distaban de ser de precisión estadística.

                En una localidad como el Alicante bajomedieval, podemos encontrar algunos elementos curiosos. En los legados piadosos, al templo de Santa María particularmente, que se consignaban en los testamentos, se encuentran los nombres de varón empleados entre 1300 y 1339, resultando ser los más significados:

Bernat

10

Ramón

8

Pere

6

Joan

5

Guillem

5

Berenguer

4

Jaume

3

Francesc

3

 

                Destacan los nombres de Bernat y Ramón por encima de otros, aunque no a gran distancia. Se debería a la procedencia catalana de los que gozaron de la fortuna necesaria para hacer una manda pía. Sin embargo, Jaume no disfrutó de la preferencia manifestada en otros lugares del reino de Valencia. La eclosión de los franciscanos en la Corona de Aragón tampoco granjeó mejores resultados a Francesc.

                Pasados los años, un nombre como Joan (muy popular en la Europa de su tiempo) avanzó posiciones frente al de Bernat, según se desprende de los nombres de los que suscribieron el acta de fundación de la iglesia parroquial de Muchamiel en 1511:

Joan

5

Bernat

4

Francesc

3

Jaume

2

Miquel

2

 

                Vemos que aparece, aunque tímidamente, Miquel, tan unido al ciclo agrícola. Sin embargo, está muestra no es significativa de toda la ciudad de Alicante, pues en el recuento de fuegos u hogares del reino de Valencia de 1510 nos encontramos un panorama distinto en varios aspectos:

Nombre

La Villa

El Arrabal

Huerta

Total

Joan

26

50

58

134

Pere

13

25

22

60

Francesc

7

18

18

43

Jaume

8

16

10

34

Bernat

5

9

10

24

Antoni

5

7

5

17

Miquel

3

4

5

12

 

                En sintonía con otros puntos de Europa, Joan y Pere han ocupado las primeras posiciones entre los nombres masculinos más empleados, relegando muy claramente a Bernat, mantenido con mayor fuerza en puntos de la Huerta como Muchamiel. La expansión del Arrabal y el crecimiento del poblamiento en la Huerta favorecieron este cambio. Los nuevos bríos agrarios no contribuyeron a popularizar el nombre de Miquel, con todo. En cambio, el renovado protagonismo de los franciscanos se ve refrendado por la expansión de Francesc, que incluso llegó a dar nombre al Arrabal. Jaume avanzó un poco, y Antoni ya nos aparece como uno de los más utilizados.

                Entre las muchas historias que nos refieren estos nombres está la de las personas que poblaron el Alicante de fines de la Edad Media e inicios de la Moderna, de un espacio geográfico cada vez más variado.

                Fuentes.

                El cens de 1510. Relació dels focs valencians ordenada per les corts de Montsó. Edición de Rafael Valldecabres, Valencia, 2002.

                Ordenanzas municipales. Alicante, 1459-1669. Edición de Armando Alberola y María Jesús Paternina, Alicante, 1989.