OTRO NADAL, EL BANDOLERO QUE SIRVIÓ AL REY. Por Víctor Manuel Galán Tendero.
Finalizada la larga guerra con Francia en 1659, la Monarquía hispánica todavía sostenía otra con Portugal, que había retomado su independencia en 1640. Sus fuerzas se encontraban mermadas y no resultaba nada sencillo levantar tropas contra los portugueses.
El reino de Valencia tuvo que alzar un tercio, pero tuvo serias dificultades para pagar el servicio, que se demoró hasta septiembre de 1661, cuando los sufridos labradores dispondrían de dinero para tributar. La carga fiscal ahogaba a las gentes del campo de Valencia, que terminarían levantándose en el área de la contribución de la capital en 1663.
En semejantes circunstancias, las autoridades tuvieron que recurrir a otras alternativas para enviar gente al combate. Se ofrecieron verdaderos indultos a bandoleros, que tanto proliferaban en las tierras valencianas por entonces.
Tal fue el caso de Vicente Nadal, de Carcaixent, que se había abrazado el bandolerismo para vengar con armas prohibidas la muerte de su padre a manos de una parcialidad contraria. En 1662 ofreció al virrey, a cambio de ser perdonado, luchar en el frente portugués al mando de una compañía de sesenta hombres, mitad delincuentes, mitad no.
Su actuación fue efectiva y exitosa, y a inicios de 1664 deseaba proseguir en el real servicio, disfrutando de patente de capitán, para luchar en Flandes o Italia, esta vez al frente de cien hombres. En el fondo, Nadal proseguía la estela de los antiguos almogávares.
Fuentes.
ARCHIVO DE LA CORONA DE ARAGÓN.
Consejo de Aragón, Legajos 0567, nº 012.