RECAUDADORES POCO ATENTOS AL BIENESTAR VECINAL, LOS MUNICIPIOS. Por Víctor Manuel Galán Tendero.
El gobierno de los Austrias en sus reinos españoles se fundamentó en la administración municipal, encargada de numerosísimas tareas que actualmente competen a otras instancias. Además de afrontar los problemas derivados del gobierno y necesidades de su vecindario, se encargó incluso de cometidos de recaudación y defensa militar.
A comienzos del siglo XVII, en vísperas de la expulsión de los moriscos, no pocos municipios valencianos se enfrentaban a serios problemas de endeudamiento, toda una constante en la vida local. En el ejercicio de 1604-05, el de Castellón de la Plana se gastó el 30% de sus ingresos en amortizar sus deudas, con el desembolso de 1.752 libras. Los impuestos pagados al monarca y a la Diputación del General se llevaron otras 509 libras, el 9% del total.
La administración ordinaria, con los pagos salariales a sus oficiales, supuso el 13%. Unas 742 libras. Los pleitos, con sus embajadas a la Real Audiencia de Valencia y a la Corte, costaron otras 273 libras, un 5% más. Sufragar al diputado en las Cortes de 1604 arrancó otras 348 libras, un 6%.
La vida de Castellón de la Plana no resultaba atribulada como la de otras localidades del imperio español, consagrando un 1% a los gastos de policía o sanciones (75 libras) y un 2% a los de defensa local, otras 141 libras.
A las obras públicas se dedicaron 1.066 libras, el 19% del presupuesto. Sin embargo, otros capítulos más sensibles a ojos de las personas del siglo XXI apenas entrañaron gastos de consideración: un 6% en asistencia social (unas 320 libras) y sólo un 2% en educación, en forma de 118 libras. Además, los gastos religiosos ascendieron al 3% (unas 165 libras) y los de las festividades lo hicieron al 4%, otras 249 libras.
Tal distribución del gasto no era privativa del reino de Valencia, ya que gestiones muy similares las encontramos en la Corona de Castilla. En verdad, los municipios se servían más a sí mismos, a sus oligarquías dirigentes, que a su vecindario. En tiempos de los Habsburgo, Requena era una villa emplazada en el límite de Castilla con Valencia, la raya sometida al control fiscal de la corona y burlada frecuentemente por contrabandistas de todo rango social. Los gastos de sus cuentas del ejercicio de 1573-4 acreditan que se dedicó el 19´3% del total en costosos pleitos, el 17´7% en salarios oficiales, el 16´8% en gestiones ante la Chancillería de Granada y el 16´7% en otras gestiones cortesanas; en suma, la administración de los Austrias se llevó la parte del león, un 70´5%. En comparación con ello, el 13% destinado a obras, el 5´5% a sanidad o el 3´1% a educación resultaron más que modestos.
Los valencianos de aquella época, como los españoles de otros reinos, no disfrutaron precisamente de un siglo de oro de bienestar social. Al contrario. La adversa situación de más de un municipio se agravaría con el curso del problemático siglo XVII.
Fuentes.
James Casey, El Reino de Valencia en el siglo XVII, Madrid, 1983, p. 167.
Víctor Manuel Galán, Requena bajo los Austrias, Requena, 2017.