UNA CONQUISTA CAMPESINA, LOS HONDONES. Por Víctor Manuel Galán Tendero.

29.01.2021 16:05

                En 1839, Hondón de las Nieves se segregó de Aspe, y en 1841 se unió al nuevo municipio Hondón de los Frailes, antes en los términos de Redován, dependiente de Orihuela a su vez durante el Antiguo Régimen.

                Ambos núcleos eran, en gran medida, el resultado de la expansión agraria acaecida al Sur del reino de Valencia tras la expulsión de los moriscos. Los dominicos de Orihuela compraron las tierras del hondón de Redován, de las que tomaron posesión formalmente en 1616. Sin embargo, el interés por los hondones o valles profundos rodeados de terrenos más elevados era muy anterior.

                Ya en 1469, los mudéjares de Aspe recibieron el permiso señorial para cultivar las tierras del hondón más cercano, con las condiciones de pagar el diezmo y de no cultivar terrazgos que fueran propiedad de vecinos de Orihuela.

                Precisamente, las autoridades de aquella ciudad denunciaron en 1523 al baile Jaime de Santángel, tachándolo de comunero, de usurpar las tierras de los hondones de Redován. Amigo del vicecanciller del Consejo de Aragón, había comprado en 1491 Redován, que quiso poblar al año siguiente con musulmanes y cristianos, solicitando de la misma Orihuela la franquicia de sisa y derecho de muros.

                Aunque entrañaba un duro trabajo, la labranza de los hondones resultó atractiva a señores y campesinos. Ya en el XVI se distinguía en el territorio del que se convertiría en Hondón de las Nieves el núcleo de la Ermita, entonces dedicada a San Pedro, y el de las Balsas o El Rebalso. En el siglo XIX, el aljibe del pueblo tendría capacidad para 63.000 cántaros de agua, según el Diccionario de Madoz, y 30.000 un aljibe que se llenaba con las aguas pluviales. Tales recursos eran de gran utilidad, pues los pozos salinos del terreno solamente servían para que el ganado abrevara.

                En 1640, los de Redován ya tenían la mitad de sus treinta y cinco cahizadas cultivadas, pues los dominicos habían rebajado a sus agricultores la partición de frutos por diez años. Con veinte casas de labradores, se dedicó en el otro hondón la remodelada ermita a la Virgen de las Nieves, muy vinculada a las romerías en terrenos accidentados. De hecho, el obispo de Orihuela había denunciado en 1629 la pérdida de la que se hacía anteriormente.

                Almendros, higueras y viñas crecieron en el Hondón de las Nieves, y en el de los Frailes cereales y olivos, fundamentalmente. A fines del siglo XVIII, Cavanilles deploraría que en el segundo no se fomentara la industria local con más telares de lienzos, bien capaces de animar la producción de cáñamos y linos. A despecho de todas las dificultades, sus tenaces gentes terminarían configurando un municipio propio, resultado de un duro trabajo de mucho tiempo.

                Fuentes.

                Pedro BELLOT, Anales de Orihuela, 2 vols. Edición de Juan Torres Fontes, Murcia, 2001.

                Antonio José de CAVANILLES, Observaciones sobre la historia natural, geografía, agricultura, población y frutos del reino de Valencia. Edición facsímil en 2 volúmenes, Valencia, 1995.

                Pascual MADOZ, Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar, bibliotecadigital.jcyl.es

                https://www.fondoneus.es/turismo/historia/