UNA FIESTA EN ELCHE. Por Víctor Manuel Galán Tendero.

15.08.2023 10:49

 

                Los tiempos cambian. Lo que hoy no vemos con buenos ojos, se contemplaba con buenos ayer. Lo que fue motivo de algazara, ahora ya no lo es o no lo es tanto. Los festejos también han acusado el paso del tiempo, verdadero señor de la vida.

                Un 21 de mayo de 1464, la autoridad municipal de la entonces villa de Elche ordenó hacer unos gastos. Sería su clavario quien se encargaría de su gestión.

                Debía comprar un toro, a un precio que no estipulado, para ser agarrochado o alanceado por una serie de jinetes, pertenecientes al círculo dirigente de la villa. El espectáculo, nada barato, pretendía realzar la importancia de aquéllos.

                En consonancia, se habilitó un espacio público, el de la concurrida plaza del mercado, cuando todavía no existían las actuales plazas de toros. Al clavario también correspondería habilitarlo, disponiendo y pagando las oportunas barreras.

                Tales celebraciones festejarían la paz entre Aragón y Castilla, aunque no supusieran hacer las paces con el sacrificado toro precisamente.

                Fuentes.

                ARCHIVO MUNICIPAL DE ELCHE.

                Llibre de Consells, 16.