“El señor don Jaime I juntó Cortes en Monzón el año de 1236; manifestó sus deseos de emprender la conquista del mismo (del reino de Valencia), y prometió a cuantos le ayudasen en tan grande empresa darles parte de la tierra que conquistase; y este ofrecimiento reunió bajo sus órdenes millares de ilustres campeones, con el auxilio de los cuales adquirió el absoluto dominio de dicho reino que, según el dictamen de los publicistas, debe considerarse patrimonial, y pudo establecer las leyes que quiso, siendo una de ellas que ninguno pudiese ejercer jurisdicción especialmente criminal sino en caso de habérselo concedido el rey por medio de especial privilegio, y después el mismo reino, a quien en los años siguientes comunicó parte del poder legislativo, aprobó en 1270 este y demás establecimientos suyos. Por lo mismo aparece desde luego la imposibilidad de privar de la jurisdicción a aquellos a quienes la concedió con especial privilegio dicho rey conquistador, que mandó su observancia en el código que dispuso para este reino patrimonial, y que después aprobó el reino con la mayor complacencia.
“A más de estas, hay otras jurisdicciones en el mismo que no están sujetas a incorporación. En las cortes celebradas en Valencia en el año de 1329 por el rey don Alfonso II de dicho reino, se trató sobre los medios de aumentar la población y agricultura, facilitando sin dispendio del erario público el cultivo de las tierras del término de las ciudades y villas que estaban más apartadas de las mismas; y para lograrlo se dispuso que todos aquellos que fundasen en el término de cualquier ciudad o villa un pueblo compuesto de quince vecinos, tuviesen en el mismo jurisdicción civil, y aquella parte de la criminal que se limita a imposición de penas leves, cuya disposición, por la grande utilidad que causaba al reino fue confirmada en las cortes celebradas en Valencia por el rey don Martín en 1403, por el príncipe don Felipe en 1547, por Felipe III en 1604 y por Felipe IV en 1626. En consecuencia de lo cual se han fundado en el reino de Valencia un gran número de lugares y reducido a cultivo terrenos inmensos.”
Francisco Javier Borrull, Discursos e intervenciones parlamentarias en las Cortes de Cádiz. Edición y estudio de Mª Luisa Castillo, Valencia, 2007, pp. 157-158.
