VALENCIA RECLAMA TRASVASES DE AGUA. Por Víctor Manuel Galán Tendero.

24.11.2024 09:26

 

                En la cuenca mediterránea los episodios de grandes inundaciones y sequías no menores son frecuentes. La ciudad de Valencia ha sufrido tales problemas desde tiempo inmemorial, y en la Baja Edad Media las aguas del Turia resultaron a veces insuficientes. Fue entonces cuando impulsó una serie de trasvases, que no llegaron a buen puerto.

                            

                Nacido en tierras de la actual provincia de Teruel, discurriendo hacia Requena en dirección Sur y uniéndose al Júcar en Cofrentes, el Cabriel llamó la atención de las autoridades de Valencia en 1372. El 20 de febrero de aquel año sostuvieron que disponían en su archivo de un privilegio del rey Enrique II de Castilla para trasvasar sus aguas al Turia. En vista de ello, se designó a 15 de mayo una comisión de jurados y expertos para reconocer el lugar idóneo donde practicar la derivación (“al loch hon se diu l´aygua del riu Cabriol se pot pendre e girar al riu de Guadalaviar”). Se estimarían los costes de la obra.

                Como no se avanzó al final por este sector, se estudiaron a 26 de mayo de 1376 las posibilidades del lago de Tortajada, en la cabecera del Turia, al Sur de Ademuz y próximo a Santa Cruz de Moya.

                Tampoco en este caso se logró apenas nada. Sin embargo, el período de sequía de 1413-15 hizo muy necesaria la realización de este último proyecto. El 23 de junio de 1413 se encomendó a los jurados inspeccionar la sima de las aguas de Santa Cruz de Moya, haciéndola girar hacia el Turia. Ahora bien, los azudes no podían hacerse contra privilegio. Por otra parte, se compensaría a la villa de Moya con cien cahíces de trigo a cambio del agua deseada.

                A 8 de mayo de 1415 los jurados se reunieron para discutir los detalles técnicos del particular en el monasterio de Vall de Cristo, cercano a Puzol, pero todo quedó en agua de borrajas, y en 1457 se volvió a la carga sin éxito. Al fin y al cabo, los trasvases ya eran tan complicados como polémicos en aquellos tiempos, pues a las dificultades técnicas se sumaron las de las comunidades con intereses contrapuestos.

                Para saber más.

                Thomas F. Glick, Regadío y sociedad en la Valencia medieval, Valencia, 2003.