¿ALIMENTAR A LAS TRIPULACIONES DE LAS GALERAS O A LOS VALENCIANOS? Por Víctor Manuel Galán Tendero.

06.05.2024 09:31

               

                Las oligarquías que regían las ciudades valencianas se vieron sometidas a graves dilemas a comienzos del siglo XVII. Debían de satisfacer las exigencias del rey y no inquietar en exceso a sus convecinos menos adinerados. Sacrificarlos de forma evidente, imponiendo más tributos, por cumplir los deseos reales podía conducir al motín y a la pérdida de control, algo que tampoco agradaría al monarca. Los años de malas cosechas ponían en riesgo el compromiso.

                En la primavera de 1605 la escasez de trigo se hacía sentir pesadamente en la ciudad de Valencia, plaza en buenas relaciones comerciales con distintos graneros del Mediterráneo Occidental. Los oligarcas se enfrentaron al descontento de los hambrientos, y tuvieron que autorizar la toma del trigo de cuatro barcas, destinado a la manutención de la tripulación de las galeras de España. Tal escuadra debía proteger la costa española de los ataques de los corsarios, abastecer a las plazas de España en el África del Norte y trasladar tropas al reino de Nápoles, en un momento en el que se mantenían las espadas en alto contra Argel y los neerlandeses.

                A despecho de la importancia de las misiones de las galeras, los jurados de Valencia no se arriesgaron a la rebelión. En la presentación de excusas al rey se unió el mismo virrey, consciente del problema. Con expresiones de fidelidad y servicio al rey, los jurados adujeron la temible hambre y se escudaron en unas patentes de los marineros no debidamente autentificadas. Como no daban puntadas sin hilo, solicitaron importar trigo de Aragón para alimentar a los valencianos.

                Después de todo, el monarca y sus servidores dieron por válidas las excusas, ya que tuvieron muy claro que la acción de su gobierno residía en su alianza con las oligarquías locales.

                Fuentes.

                ARCHIVO DE LA CORONA DE ARAGÓN.

                Consejo de Aragón, Legajos, 0555, nº. 003.