EL CAMINO HACIA LA NOBLEZA, SEGÚN UN TRADICIONALISTA.

04.07.2020 17:01

               

                “A los ciudadanos, cuya única distinción consistía en vivir con decencia sin necesidad del trabajo de sus brazos (…), como también a los que fueron modernamente insaculados para el anual sorteo de los honoríficos empleos de otras ciudades y villas que Valencia, Alicante y San Felipe (Játiva), llamaremos para proceder con claridad  simples o puros ciudadanos honrados , distinguiéndolos de los de inmemorial y también de los modernos de las dichas tres ciudades que obtuvieron los particulares privilegios (…).

                “Y a la verdad los meros ciudadanos honrados, llamados así porque no ejercían oficios mecánicos, nunca gozaron generalmente de todos los privilegios militares, ni fueron colocados en ninguna clase de cuerpo de la nobleza; porque si bien participaban de algunas especiales prerrogativas, propias de los nobles, generosos, caballeros, donceles, hombres de paraje, ciudadanos de inmemorial y de los modernos insaculados y de privilegio de Valencia, Alicante y San Felipe, pero esto jamás fue bastante para que fuesen reputados por hidalgos o nobles, sino que siempre quedaron en la clase de plebeyos. Y ciertamente no hubiera sido justo ni conforme a las prudentes máximas de nuestros sabios monarcas, que solo el goce de una decente renta para mantenerse sin trabajar franquease a estos ciudadanos tantas distinciones, honras y prerrogativas.

                “La nobleza en el reino de Valencia hubiera sido conferida más por los ciegos caprichos  de la fortuna que por la prudente remuneración de los príncipes. Faltando los bienes hubiesen estos ciudadanos vuelto a su primitivo estado general y muchas veces una riqueza aparente  y mal fundada opinión del vulgo hubiera ocupado el lugar del mérito y de los servicios, únicos caminos legítimos que conducen a la cumbre del honor y que deben ser la cuna de la nobleza.”

                Mariano Madramay, Tratado de la nobleza de Aragón y Valencia comparada con la de Castilla para ilustración de la Real Cédula del señor don Luis I de 14 de agosto de 1724, Valencia, 1788, pp. 269-271.

                Selección de Víctor Manuel Galán Tendero.